Desde #mastersofatapiceros vamos a hablaros de algunos mitos relacionados con la tapicería para mostraros bajo un prisma objetivo que en ocasiones por desconocimiento o costumbre nos creamos una idea prefijada.
Bien, comenzamos:
- “Me gusta la gomaespuma dura para los asientos, cuanto más dura más me aguantará”. La calidad de la gomaespuma se mide por su densidad, por ejemplo, en tapicería, una gomaespuma dura de 20 kg es muy inferior en calidad y en durabilidad a una suave de 34 kilos.
- “Quiero tapizar mi sofá en oscuro porque es más sufrido y se disimulan más las manchas que en una tela clara”. Según el tipo de tejido esto no sería así, por ejemplo una chenilla cruda puede llegar a disimular más las manchas que una loneta de algodón gris marengo porque el tipo de tejido favorece la mayor o menor visibilidad de la mancha.
- “No quiero tapizar el sofá en un color crudo, sino me quedará muy soso” En realidad esto no debería ser asi, para ello tenemos otros elementos decorativos que te proporcionarán color y que puedes cambiar con más facilidad si te cansas de ellos, como los estampados en cojines, asientos de sillas o puff.
- “Quiero una tela gruesa porque así me durará más”. El gramaje de la tela (hilos/cm2) es el que va a aportar la durabilidad de la misma, no el grosor.
- “El sofá- cama siempre es incómodo”. Todo depende del modelo de sofá cama, de su somier y colchón, los hay de todos tipos y para diferentes ambientes y por tanto, existen distintos modelos en función a las prestaciones buscadas. Hoy en día muchos sofás camas nada tienen que envidiar al sofá tradicional, son igual de cómodos con la practicidad de tener una cama en un espacio reducido con un colchón y somier de alta calidad que permiten su uso diario sin perder un ápice de comodidad. Hay que saber buscar bien el modelo que mejor se adapte a tus necesidades.
Pregúntanos. En #mastersofatapiceros te ayudaremos a resolver tus consultas. ¿Hablamos?